Sismògraf, el festival que detecta el movimiento

Cultura

Sismògraf, el festival que detecta el movimiento

10 Jul

El Sismògraf es el mercado y la fiesta de la danza en Cataluña. Durante cuatro días, compañías nacionales e internacionales tienen una cita en Olot, que se convierte en el epicentro de este arte. La danza se instala en las diferentes salas de la ciudad, pero también en las plazas y calles, con propuestas gratuitas para todo tipo de público. Durante estos días a la Garrotxa llegan personas de toda Cataluña, con ganas de vivir el festival, tanto amantes de la danza como familias que no se quieren perder la experiencia. El público es principalmente catalán, aunque cada año vienen también decenas de programadores internacionales con ganas de descubrir nuevas propuestas de danza.

El festival apuesta por diversas experiencias relacionadas con la danza y el movimiento. Tiene una programación que combina nombres consagrados con jóvenes promesas del sector, y también se potencian tanto los espectáculos de gran formato como de otras para un público más reducido. Quien viene al Sismògraf lo hace para dejarse sorprender por unas propuestas que no le dejarán indiferente. La proximidad entre artistas, profesionales y público es un hecho durante los cuatro días de festival, y se nota sobre todo a partir de la noche, cuando todos se encuentran en el Sismobar.

Uno de los valores del Sismògraf es el entorno. El festival tiene muy presente que baila en medio del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, y las diferentes propuestas al aire libre dan valor en el escenario natural de la comarca, como por ejemplo el itinerario de danza en el Parc Nou o el itinerario en bicicleta. Siempre que es posible, se localizan los espectáculos en paisajes únicos como los humedales de la Moixina, el volcán del Montsacopa o los bordes del río Fluvià.

El festival es consciente de la responsabilidad que todas las personas tenemos con la sociedad, y se ha comprometido a cumplir los diferentes objetivos de desarrollo sostenible, poniendo especial énfasis en la lucha contra el cambio climático. Por ello mide la huella de carbono de todas las personas que se desplazan hasta Olot y la compensa posteriormente. Además, tiende al consumo cero de material plástico, se disminuye progresivamente el material impreso y se favorece el uso de la bicicleta en los desplazamientos entre espectáculos. Otras medidas en esta línea son fomentar la contratación de proveedores locales y el producto km0 y garantizar el acceso universal a la cultura con diferentes propuestas para colectivos más vulnerables.